En su retina el número de bastones (células de la retina para la visión nocturna) disminuyen y en su lugar hay mayor presencia de conos que son quienes se encargan de absorber la luz y percibir los colores.
Los reptiles de hábitos nocturnos suelen tener pupilas de forma elípticas.
Asimismo, poseen un número de bastones mayor que les facilita la visión nocturna.
Algunos tipos de geckos tienen la capacidad de adaptar la visión al ambiente. Tienen la capacidad de contraer sus pupilas de forma voluntaria y así contraen y dilatan sus pupilas según la cantidad de luz.
Los reptiles cuyo hábitat natural es debajo del agua, como los cocodrilos, cuentan con una membrana nictitante transparente que protege y facilita la visión en este ambiente.
El dragón barbudo (Pogona vitticeps) es originario de Australia. Es diurno, omnívoro y terrestre. Recibe este nombre por el repliegue de piel, con escamas puntiagudas que tiene debajo de la garganta. También tiene el cuerpo recubierto de espinas blandas.
Cuando se siente amenazado, el dragón barbudo abre ampliamente la boca, desplegando al mismo tiempo su barba de espinas, la cual se colorea de negro, con el fin de impresionar sus adversarios.